sábado, 26 de julio de 2008

Sociedad de consumo

Me preparaba para un nuevo día.
Salí al patio -buscaba ropa tendida-,
y te vi, querido amigo.
Te vi abandonado en el pasto;
estabas inerte, frío.
No dormías, no, ¿o sí?,
¿desde qué punto de vista verlo?
La pérdida de un ser querido
no se explica,
se la llora, se la putea.
Me arrodillé en el suelo helado
y te abracé. Recordé el pasado,
aquellas tardes en las que,
mate+trabajo de por medio,
disfrutaba de tu aprecio.
Lloré sobre tu pelo,
lloré sobre pañuelos,
sobre la tierra que luego
cubrió tus huesos.
Lloré mucho por tu ausencia...
hasta que compramos otro perro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

cagame a piña jajaja

paso amigos facultativos en una vision fugaz del terrreno...que haces ariadna tirada en el suelo??
mis saludos

mayra

Pazchi dijo...

Mis saludos a todos los escribientes compañeros de la facu. He decidido modernizarme y hacerme un blog... pasen cuando quieran!! Serán bienvenidos...

Paz, la chica de apuntes!

Anónimo dijo...

yo extrañaba a mi gato, hasta que volvi de las vacaciones...ahora extraño a la que quedo alla...
no se puede tener todo che!!!
hay que ser un poco conformista tambien!

un beso chicos!
que anden bien!

Julián Sick dijo...

Al cuarto renglón ya supe que NO es un ser humano. No sé si es o no la intención del autor, pero hay que cuidar ese recurso. Patricia ya jugó con él anteriormente. Quizá eso me flechó (que poeta!).

Mandarinas a todas!

Julián Sick dijo...

Estamos en setiembre, hola!