El papel que obtuve tenia escrita la palabra "die".
"Muere", pensé inmediatamente, y no estuve tan errado. A este chico pálido, pequeño, parsimonioso (en apariencia) lo rodea un halo de misterio (?) que de algún modo nos remite a esa palabra.
A "muere", no a "muerte". Y es que al pichón de lingüista, tangómano y ñoño, de postura (que no impostura) misantrópica podemos tranquilamente ponerle en la boca palabras que nunca dijo acerca del deseo de muerte ajena sin sentir realmente que estamos faltando a LA VERDAD.
Si bien desconozco ampliamente su biografía, una intuición (o tal vez una repetición indefectible que se da en las personas) me recuerda los verbos modelo del español: Amar, temer y partir. tres premisas con las que abordar sus textos de corte filosófico, donde la indeterminación rige tanto los "yoes" ("yo poético","yo psicológico" y "yo autobiográfico", porque no) como los espacios, o la percepción que se tiene de los otros.
Si anteriormente hablamos de tres verbos modelo (de conjugación? de arte? de vida?), podemos ahora anexar a ellos un ultimo verbo-premisa: volver, que no por nada adscribe a la segunda clasificación de ellos.
Y es que siempre volvemos a temer
Para Krivochen, siempre volvemos a volver.
domingo, 8 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
volve Diego,Volve...
Fer la verdad que te luciste, no se si en la precision de tu descripcion, pero lo que escuche y lei la verdad fue muy agradable a los ojos. (y los oidos)
te felicito, pendex.
Pato.
no quiero caer antipatico, pero hablamos a veces sin saber...
no comparto el punto de vista, ni nada de lo que dice, y con cierto conocimiento del tema...
hablo del tema, porq de escribir se poco y nada...
Anónimo es un antipático.
Publicar un comentario